Arroyo de la Batuequilla
El escarpado y montañoso relieve de los valles hurdanos, por los que descienden innumerables arroyos, ofrece a menudo rincones de incomparable belleza. En el término de Nuñomoral, próximo a la alquería de Rubiaco, puede encontrar el viajero uno de esos lugares, el salto y arroyo de la Batuequilla, al que se accede caminando por senderos de monte entre pinos, madroños y arbustos. Cuando el torrente es copioso el silencio y lo quebrado del terreno permiten disfrutar del espectáculo de la cascada y del agua que baja pura y cristalina de los cerros. Cerca se encuentran, grabados sobre un afloramiento rocoso, los petroglifos neolíticos de El Pedrosanto. Un recuerdo enigmático de que estos lugares fueron habitados hace miles de años.